¿Quién fue el rey Nabucodonosor II?
Nabucodonosor II fue hijo de Nabopolasar, rey de Babilonia. Al nacer su padre aún se había consolidado en el trono de Babilonia y el poder efectivo de la ciudad lo ejercían los asirios, quienes tras la muerte de Assurbanipal mandaron dos emisarios para hacerse con el control de Babilonia, sin embargo Nabopolasar los rechazó y fue coronado rey.
Su nombre se escribía Nabu-kudurri-usur, lo que quiere decir que el significado de Nabucodonosor II era «qué el dios Nabu defienda/proteja a mi hijo».
A continuación te dejamos un vídeo con una biografía resumida de Nabucodonosor II. Pero si quieres enterarte de mucho más sigue leyendo después.
La llegada al trono de Nabucodonosor II de Babilonia
En los últimos años de su vida, Nabopolasar, el primer monarca caldeo de Babilonia delegó en su hijo, Nabucodonosor, el mando en algunas campañas militares. Es el caso de la batalla de Karkemish, en la que Nabucodonosor derrotó a los egipcios.
Tras someter a los egipcios, el futuro Nabucodonosor II continuó realizando campañas anuales con el fin de subordinar al imperio neobabilónico toda la franja costera de siro-palestina. Según una crónica babilónica la conquista se hizo de manera pacífica:
Todos los reyes de Hatti, Siria y Palestina vinieron a su presencia y el recibió su enorme tributo
Sin embargo, según cuenta el Libro de Habacuc, la imagen de la conquista que tuvieron los habitantes de las ciudades siro-palestinas debió ser muy diferente.
Así, cuando en el año 605 a. C., muere Nabopolasar, su hijo se encontraba luchando en el norte, en Hama, ante lo cual regresó a Babilonia para hacer valer sus derechos al trono y ser coronado como Nabucodonosor II el 23 de septiembre de ese mismo año.
Al ascender al trono, en su primer discurso, se dirigió a Marduk para pedirle una vida y un reinado próspero, y es que desde tiempos de Hammurabi este dios se había convertido en el principal del panteón sumerio.
Las conquistas del rey Nabucodonosor de Babilonia
Pocos años después de llegar al trono, en el 601 a. C., Nabucodonosor II intentó invadir Egipto sin éxito, algo que no desanimó al rey babilonio, pues en el 597 a. C. tomó Jerusalén. Y es que pronto aparecieron revueltas y sublevaciones en las ciudades costeras del Mediterráneo, pues fenicios, filisteos y judíos, tras haberse librado del yugo de los asirios, no estaban dispuestos a pagar un nuevo tributo a Babilonia.
Es por ello que, en los comienzos de su reinado, Nabucodonosor prácticamente tuvo que emprender campañas militares contra esta región que se saldarán con la destrucción de ciudades como Ascalón y Tiro, las murallas y el templo de Jerusalén y con miles de deportados a Babilonia.
La región de siro-palestina ya había sufrido la violencia de los asirios. La llegada de los caldeos babilonios mantuvo el nivel de violencia, pero además, los caldeos añadieron la eficiencia de la maquinaria de combate y la movilidad del saqueador propia del su origen tribal.
Algunas ciudades de la zona intentaron resistir. Son famosos los asedios de Nabucodonosor II a Tiro y Jerusalén. Dos ciudades que habían aprovechado el vacío de poder para erigirse en entes autónomos y que, por tanto, ofrecerían resistencia a los nuevos invasores.
Tiro, gracias a su situación insular, consiguió resistir durante 13 años, aunque finalmente el rey capituló y fue sustituido por un vasallo de Babilonia llamado Baal. Por contra, el sitio de Jerusalén fue rápido. Tras la muerte del rey le sucedió su hijo Joaquín, un chico de 18 años, sin experiencia, que rápidamente capituló, siendo deportado a Babilonia junto a su familia, el resto de la clase dirigente y los artesanos. Los caldeos saquearon el templo y el palacio y dejaron como rey vasallo a un tío de Joaquín, Sedecías.
Guerrero y mediador político
Durante sus intervenciones en Palestina los medos se fueron haciendo con el control del territorio del antiguo reino de Urartu y Capadocia, entrando en conflicto con los lidios. Ante la incapacidad de medos y lidios de solucionar el problema por las armas, Nabucodonosor se ofreció como mediador. Negoció una paz entre ambos, ocupó Cilicia, fijó la frontera en el río Kizilirmark y fortificó muchas ciudades fronterizas dentro de un plan de expansión del reino de Babilonia hacia el noroeste.
La alianza con los medos
En estas circunstancias de continuas empresas bélicas, pero sobre todo para derrotar a los asirios, Nabucodonosor II decidió aliarse con los medos. Una alianza que según narra Beroso se plasmó con el matrimonio entre el rey Babilonio y Amitis o Amuhia, hija del rey medo y tal vez nieta de Ciáxares. Esta alianza aseguró las buenas relaciones entre las dos potencias y les permitieron centrar sus esfuerzos en otras empresas.
Los últimos años de su reinado
Los últimos años de su vida son difíciles de reconstruir, ya que existe una acuciante falta de fuentes, aunque parece que la causa de la muerte de Nabucodonosor II fue una enfermedad.
Sabemos que en los últimos años de vida se comportaba de forma extraña. Las fuentes dice que «no se preocupaba por su hijo» y que sospechaba de varios de ellos. Aún así no hay constancia de que fuese victima de un envenenamiento o muerte violenta. Lo único que se sabe es que fue sucedido por su hijo Amêl-Marduk, el Merodach de la Biblia.
De todas formas, los gastos derivados de la intensa actividad constructora de Nabucodonosor debieron ser enormes para el imperio neobabilónico, algo que pasaría factura tras su muerte, cuando la ciudad se sumergió en un período de convulsiones políticas y religiosas que bien pudieron estar motivadas por problemas económicos.
¿Cuándo murió Nabucodonosor II?
Tras agrandar su imperio, Nabucodonosor II se dedicó a engrandecer la ciudad de Babilonia con la realización de varias obras constructivas, labor en la que empeñó sus últimos años de vida hasta su muerte en octubre del 562 a. C. después de más de 40 años de reinado.
No sabemos prácticamente nada de cómo fue la muerte del rey Nabucodonosor, aunque es muy probable que falleciese de manera natural, pues a su muerte no se produjeron revueltas.
Los sucesores
A su muerte, le sucedió en el trono su hijo Evilmerodac, quien solo reinó durante dos años y que sabemos que fue el rey de Babilonia que liberó de su encarcelamiento a Joaquín, rey de Judá. Evilmerodac fue sucedido por Nebuzaradam, yerno de Nabucodonosor y que reinó 4 años hasta que fue sucedido por Nabónido.
El arquitecto de Babilonia
La ambición política de Nabucodonosor tiene su extensión en el ámbito artístico. con la realización de grandes programas de construcción y reconstrucción en Babilonia. Nabucodonosor transformó transformó la ciudad en la mayor urbe del mundo antiguo con obras como la Via de las Procesiones, la Puerta de Ishtar, los famosos Jardines Colgantes o la reconstrucción del zigurat de Babilonia, el Etemenanki.
Nabucodonosor mandó construir un segundo recinto amurallado que tendría unos 8 km de largo. El espacio resultante entre el primer recinto amurallado existente previamente y este segundo fue decorado con bonitos jardines y palmerales y solo un único edificio oficial, el «Palacio de Verano» del rey Nabucodonosor.
La muralla y el foso dividían por el norte dos palacios. El principal, llamado Palacio del Norte, fue construido al final de su reinado y, aunque solo fue parcialmente excavado, se observó que para su construcción fue necesario rellenar el foso de agua y construir un bastión en el exterior de caliza, consiguiendo de esta forma una defensa complementaria en el lado opuesto a la muralla.
Además, restauró los templos de Enankhe, en el que se rendía culto a Ishkur, el Emeslam y el Ezida.
La colección de antigüedades
No debemos dejar la ocasión de mencionar que en el Palacio Norte, Nabucodonosor destinó uno de los salones a Museo de Antigüedades, también conocido como «Gabinete de maravillas de la Humanidad» y que supone el primer museo conocido de la historia. En él se encontraron restos de un león de basalto, dos estatuas de un gobernador de Mari, diversas obras neosumerias y varias estelas asirias e hititas.
Nabucodonosor y los Jardines Colgantes de Babilonia
Debido a las fuentes clásicas, sobre todo a la obra de Diodoro de Sicilia, tradicionalmente se pensó que los míticos Jardines colgantes de Babilonia fueron obra de Nabucodonosor, quien los construyó para contentar a su esposa, la princesa meda Amytis. Sin embargo, no se han encontrado evidencia de la existencia de tales jardines en Babilonia. La confusión puede ser debida a que en ocasiones Diodoro confunde a Nabucodonosor con Senaquerib y Babilonia con Nínive, por lo que los jardines pudieron haberse construido en Nínive, donde sí hay evidencias de que pudiesen haber existido.
El sueño de Nabucodonosor
Como muchos de los grandes personajes de la antigüedad, también aparece Nabucodonosor en la Biblia. En el capítulo II del Libro de Daniel, se narra un episodio conocido como «el sueño de Nabucodonosor». En esta historia de Daniel en la Biblia se cuenta que, mientras el monarca babilonio dormía, tuvo un sueño en el que se le aparecía una estatua con cada una de las partes del cuerpo de un metal diferente que es destruida por una roca.
Para interpretar el sueño Nabucodonosor hará llamar a diferentes expertos y será el profeta Daniel quien le revelará el significado del sueño. Cada metal del cuerpo de la estatua representaba a un imperio, que en el futuro serían todos destruidos y se crearía un reino que no podría ser destruido por los hombres.
Nabucodonosor II en la Biblia
Además del profeta Daniel, Nabucodonosor II también aparece citado en la Biblia en el Libro de Jeremías y por Habacuc, uno de los doce profetas menores. En cualquier caso en todos ellos al monarca Nabucodonosor se le describe como un tirano y un enemigo de Dios, que aunque reconoce su existencia no se somete a él. Esta visión tan negativa es comprensible si tenemos en cuenta que Nabucodonosor destruyó el templo de Jerusalén —en la antigüedad se pensaba que el dios residía en el templo, por lo que en realidad fue como si hubiese acabado con el dios— llevó a cabo una deportación masiva de judíos, quienes permanecieron cautivos en Babilonia.
Esta visión tan negativa que se da del monarca babilonio en la Biblia contrasta con las que ofrecen otras fuentes antiguas en las que se le representa como un gran rey que devolvió a Babilonia su antiguo esplendor, embelleció la ciudad y la convirtió en un centro de actividades artísticas y culturales. Las mujeres gozaban de los mismos derechos que los hombres y había abundantes escuelas que favorecieron la alfabetización y el florecimiento de la artesanía, las matemáticas y las ciencias. Incluso se toleraban otros dioses y religiones.
Nabucco de Verdi
Tal es la dimensión de Nabucodonosor que el propio Giuseppe compuso una obra que se inauguró en el teatro Alla Scala de Milán en el año 1842. La ópera Nabucco consta de 4 partes y está centrada en la figura del mítico rey de Babilonia.
Sadam Husein como el nuevo Nabucodonosor II
Sadam Husein trató de hacer de Babilonia un símbolo de su gobierno, pero no solo la reconstruyó y construyó un palacio imitando el de Nabucodonosor II, sino que trató de compararse con el monarca caldeo. Grabó inscripciones con motivo de la reconstrucción del yacimiento como los antiguos reyes babilonios, acuñó monedas en las que su imagen aparecía junto a la de Nabucodonosor II o llegó a sacar en procesión retratos gigantescos de ambos por la Vía de las procesiones.
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Fuentes y referencias
- LIVERANI. M. (2004), Más allá de la Biblia. Historia Antigua de Israel, Crítica, Barcelona.
- ROUX, G. (2002), Mesopotamia. Historia política, económica y cultural, Akal, Madrid, pp. 397-401.
- https://www.britannica.com/biography/Nebuchadnezzar-II
- https://www.biography.com/political-figure/nebuchadnezzar-ii
- http://www.jewishencyclopedia.com/articles/11407-nebuchadnezzar