¿Quién era este dios sumerio?, ¿cuáles eran los símbolos de Enki?, ¿dónde se le rendía culto? Solo aquí encontrarás la información más completa del dios de la sabiduría sumerio.
¿Quién era el dios Enki?
Enki era uno de los tres dioses principales de los sumerios. Según algunos mitos era hijo de Anu y de la diosa primordial Nammu, aunque el Enuma Elish le considera hijo del Apsu, un océano de agua dulce que en el origen se situaba debajo de la tierra. La esposa de Enki es Ninhursag y entre sus hijos se contará Marduk e Inanna, quien posteriormente será considerado dios nacional en la Babilonia de Hammurabi.
¿Qué significa Enki?
Alguien que posea nociones de sumerio rápidamente le vendrá a la cabeza que etimológicamente la palabra Enki está formada por los términos «En» (señor) y «Ki» (tierra), por tanto Enki significa «señor de la tierra», pero no está nada claro que su nombre tenga ese significado, incluso hay quien piensa que el término «Ki» tendría otro significado. Y es que el significado del término: señor de la tierra, no tiene nada que ver con las atribuciones del dios.
Además, al dios Enki en varios textos se le menciona con los siguientes epítetos:
- Lugal-id: Señor del río o de las aguas dulces.
- Lugal-abzu: Señor de las profundidades.
- Nudimmud: Epiteto relacionado con su papel de creador de los seres humanos.
Entre los semitas, y por tanto los acadios y babilonios, a Enki se le conocía con el nombre de Ea, que podría tratarse de una forma abreviada de «Señor de las aguas».
Características del dios Enki
Lo que sí esta claro es que Enki era el señor de las aguas dulces, de ahí su papel fundamental en toda Mesopotamia, donde la agricultura de regadío jugaba un papel fundamental. Su principal característica es la inteligencia. Es el inventor y protector de las ciencias y las artes y patrón de los magos. También juega un papel importante en la distribución de los destinos —Enki era el guardián de los Mes, tablillas de los destinos— y, gracias a su inteligencia, aplica las leyes promulgadas por Enlil. Es el dios más cercano al hombre y su mejor amigo.
¿Cómo se representaba a Enki?
En las representaciones sumerias y mesopotámicas, Enki aparece como un dios con barba que suele llevar un tocado con una especie de cuernos y viste con una túnica larga. De sus hombros a veces salen dos corrientes de agua que se interpretan como los ríos Éufrates y Tigris, ya que según la tradición ambos ríos nacieron del semen de Enki.
En el sello de Adda, conservado en el Museo Británico de Londres, Enki aparece vestido con una falda de volantes y un sombrero en forma de cono, mientras que dos corrientes de agua con peces fluyen de sus hombros y un águila se posa en su brazo derecho.
Sus animales son un pez y una cabra y ambos simbolizaban la fertilidad. También se le asocia con la tortuga. En el poema de Ninurta y la Tortuga, Enki moldea una tortuga de barro para que ayude a Ninurta a encontrar la tablilla que debe regir el futuro de la humanidad y que previamente había sido robado por el Anzu.
En textos del III milenio a. C. se hace referencia a «las cañas de Enki», material utilizado para hacer una especie de camillas en la que se transportaba a los muertos, lo que vincula a este dios con el inframundo.
Templos dedicados a Enki
El dios Enki está muy relacionado con la ciudad de Eridu, lugar en el que que se encontraba su templo, el E-abzu, literalmente «la casa del Abzu», también conocida como e-engur-ra o «casa del agua subterránea». De hecho Enki era el patrón de Eridu. Según los textos, este templo estaba situado a la orilla del río y decorado con piedras preciosas como cornalina y lapislázuli y metales como plata y oro.
Algunos textos mencionan el engurra con propiedades mágicas y lleno de instrumentos musicales como tambores y liras por deseo del propio Enki. Alrededor del templo había un jardín lleno de árboles frutales en el que revoloteaban y cantaban los pájaros y lagos en los que nadaban peces.
Por las excavaciones arqueológicas realizadas en el templo sabemos que fue reconstruido en numerosas ocasiones. Se encontraron huesos de carpas, lo que confirmaría la existencia de lagos.
Pero el culto a Enki estuvo muy extendido por toda Mesopotamia, en Dilmún, en la isla de Bahrein también se le rindió un importante culto a Enki, pues como veremos a continuación, según los mitos, el dios fue el encargado de hacer habitable un lugar hasta entonces desértico.
¿Cómo se le rendía culto?
En el E-abzu existiría una estatua de Enki atendida por los sacerdotes del templo. Pero en la antigua Sumer la gente solo acudía a los templos durante las grandes festividades, por lo que el culto a Enki se produciría principalmente en el ámbito doméstico mediante rituales privados.
Enki y los Anunnaki
En los últimos años ha surgido todo un fenómeno en torno a los Anunnaki y, en concreto, sobre su procedencia extraterrestre. La teoría, que no tiene fundamento científico ninguno, pues en los textos mesopotámicos los Anunnaki no son más que los principales dioses del panteón, esto es, Anu, Enlil y Enki, atrae a mucha gente, tal vez por el carácter misterioso y esotérico de la misma.
De acuerdo con estas teorías extraterrestres los Anunnaki procederían de las estrellas y tendrían forma de serpiente, pero en las representaciones artísticas de Enki no hay ninguna alusión a este reptil.
Una de las principales obras sobre esta cuestión es Enki, Padre de la Humanidad, de David Parcerisa Puig. En este libro se expone que los Anunnaki vinieron del espacio exterior para esclavizar a la humanidad, pero uno de ellos, Enki, se opuso, salvando de esta forma a los hombres.
Mitos en los que aparece el dios Enki
Este dios es mencionado en muchos de los mitos sumerios, como por ejemplo en los poemas de Enki y el orden del mundo, y en el de Enki y Ninhursag. En el primero aparece fijando las fronteras de las naciones y asignándoles un dios nacional. En el segundo aparece enfrentado a su esposa, Ninhursag, aunque finalmente se reconcilian prefigurando con ello la armonía del universo.
El mito de Enki y Ninhursag
Si nos fijamos en la naturaleza, carácter o presentación, el mito de Enki y Ninhursag debió de ser muy antiguo. El poema se desarrolla en Dilmun o Dilmún y el este de la península Arábiga, un lugar de especial importancia para los sumerios y que se situaba en la actual isla de Bahrein. El país de Dilmun era un intermediario entre el comercio del valle del Indo y Sumer y nos traslada al III milenio a. C.
El poema, del que se hasta el momento se conocen tres copias, rebosa simbolismo por todas partes haciendo una alegoría de la naturaleza, aunque tiene como trasfondo el enfrentamiento entre Enki y Ninhursag. De las tres copias que poseemos ninguna se ha conservado completa, pero juntando las tres la composición es conocida casi en su totalidad, a excepción de algunos fragmentos que son difíciles de reconstruir.
La copia más completa es una tablilla de seis columnas procedente de Nippur que fueron publicadas en 1915. Esta tablilla presenta algunos pasajes muy deteriorados, pero con la ayuda de una segunda copia procedente de Ur, de la que hoy en día no se conoce la mitad de su contenido, y otra tercera copia que se desconoce su procedencia original, podemos conocer gran parte del mito de Enki y Ninhursag.
Como advierte Rafael Jiménez Zamudio en su artículo «Enki y Ninhursag» publicado en el volumen 16 de la revista ISIMU, en realidad este poema sumerio nos cuenta dos historias. En la primera de ellas, Enki a instancias de la diosa Ninsikila decide dotar de agua el país de Dilmún, una región hasta entonces desértica, convirtiéndose desde ese momento en un lugar próspero y habitable.
El mito de «Enki y el Orden del Mundo» también se habla de Dilmún y de como Ninsikila era la diosa del país, por lo que este poema y el anterior se complementan.
En la segunda parte del mito de Enki y Ninhursag es bastante más compleja y no resulta fácil situarla geográficamente, pues el texto solo habla del terreno pantanoso de Sumer. Pero la comprensión de esta segunda parte del mito es difícil debido a lo complejo de su narración y a la multitud de personajes que aparecen citados, lo que nos lleva a otra cuestión. En los períodos más antiguos de Babilonia, los escribas eran proclives a crear un buen número de personajes y episodios en sus poemas. Por lo tanto, esto nos da una pista sobre la época en que este mito fue puesto por escrito.
En esta parte se corre el riesgo de asimilar el personaje de Ninhursag a Ninsikila, la diosa protagonista de la primera parte, pero esto sería un error. Gran parte del poema en esta parte se centro en el comportamiento sexual, más que reprobable, de Enki, y como consecuencia sufrió el castigo de Ninhursag que estuvo a punto de costarle la vida, lo que simbólicamente hubiese supuesto la desecación de las aguas de Magán y el fin de la vida en la región.
Y es que, en definitiva, este mito es una metáfora sobre la agricultura de regadío y la fertilidad.
El mito de Enki y Ninmah
El mito de Enki y Ninmah es un mito sobre la creación de los humanos. El dios Enki ya había creado anteriormente con ayuda de la diosa Nammu a los sirvientes de los dioses, pero en este caso será la diosa Ninmah la que le enseñe el modelado de la arcilla. Según el mito, después de una fiesta Ninmah y Enki deciden jugar a que la diosa creará diferentes moldes de humanos cada uno con un defecto, mientras que Enki les dará vida y otorgará una tarea. Desgraciadamente la tablilla del mito de Enki y Ninmah, que hoy se encuentra en el Museo del Louvre está muy mal conservada y no sabemos como terminaría el mito. Pero parece ser que ambos dioses crearon diferente versiones defectuosas de hombres hasta que finalmente fabricaron la correcta.
El poema de Enmerkar y el señor de Aratta
Enki, junto a su hermano Adad o Ishkur, tiene un papel relevante en el poema de Enmerkar y el señor de Aratta. En este mito el dios Enki aparece mencionado como «Señor de la abundancia, Señor de las decisiones firmes, Señor de la sabiduría y del conocimiento de la tierra, experto entre los dioses elegido por la sabiduría. En el mito, es el dios que aporta a Enmerkar la ciencia para resolver los problemas que se le presentan, y quien vigila y protege al heraldo del rey de Uruk. No en vano, el colaborador más estrecho de Enki es el dios mensajero Isimu.
Por último, según este mito, el dios Enki fue el encargado de unificar las lenguas para que todos los humanos pudiesen entenderse.
El Enuma Elish
Según el poema de la creación mesopotámico, el Enuma Elish, Abzu, tras engendrar a los dioses quiere descansar, pero algunos dioses perturbaban su sueño con sus fiestas y gritos, así que se propone destruirlos. Entonces, Enki, el protector de los dioses jóvenes, lo duerme y lo mete bajo tierra. Allí, Enki establecerá su hogar y se quedará con los poderes fertilizantes y de señor de las aguas del Abzu.
Enki y la fundación del Engurra
El poema de Enki y la fundación del Engurra es un poema sumerio de carácter mítico-litúrgico que ha podido ser reconstruido a partir de varias tablillas y fragmentos de estas. Al principio el texto nos habla de la creación de la humanidad y después del Engurra, el templo de Enki en la ciudad de Eridu, del que da detalles de como estaba decorado. Pero para que el edificio adquiriese la categoría de templo Enki sacrificó un buen número de bueyes y ovejas y viajó hasta Nippur para que al Engurra obtuviese el reconocimiento jurídico de templo.
El texto es importante porque nos dice que el Engurra estaba decorado con una cornisa de lapislázuli en el frontón y un toro celeste. Además, en el portal se encontraría una estatua de un león que apresaba a un hombre.
Enki y el orden del mundo
El poema de Enki y el orden del Mundo está considerado uno de los textos más importantes de la literatura sumeria. El poema ha podido ser reconstruido en su totalidad a partir de diferentes tablillas cuneiformes de distintos museos. En realidad, el texto no es más que una alabanza al dios de las aguas dulces, pero su interés radica en que nos ofrece información social, económica y religiosa de Sumer.
No se sabe con exactitud cuando se compuso esta obra, aunque varios investigadores piensan que se trata de una reelaboración durante la III Dinastía de Ur de un poema anterior.
Uno de los pasajes de gran importancia para el estudio de las relaciones comerciales en época sumeria es este que te dejamos a continuación:
Los países de Magan y Dilmun
me buscan a mí, Enki.
Los barcos de Dilmun efectúan el amarre,
los barcos de Magan cargan hasta la altura del cielo,
los barcos de magilum de Meluhha
transportan oro y plata,
lo llevan a Nippur para Enlil, el rey de todas las tierras.
El mito de Enki e Inanna
Se trata de un relato que posiblemente se compondría durante la III Dinastía de Ur y que narra el viaje emprendido por Inanna desde Uruk para visitar a Enki en Eridu. El Señor de la Tierra organizará un festín para recibir a la diosa e intentar seducirla, pero Inanna emborrachó a Enki y le robó las «Tablillas de los destinos». Cuando Enki se percata del robo, Inanna ya había partido hacia Uruk y el incidente se resolverá con la firma de un tratado de paz por ambos dioses.
El poema de Atrahasis
En el poema de Atrahasis el dios Enki juega un papel principal. En un principio los dioses principales llevaban una vida de ocio y placer, por lo que los dioses más jóvenes, entre los que se encontraba Enki, tenían que realizar todas las tareas.
Es por ello que Enki propone crear unos nuevos seres, los humanos, para que realicen las tareas más costosas de la vida. Pero estas nuevas criaturas eran muy fértiles por lo que pronto se multiplicaron y se volvieron fuertes y problemáticos, además hacían mucho ruido y molestaban a los dioses.
Enlil, el dios supremo, molesto porque le perturbaban su sueño les envío pestes y sequías, pero los hombres recurrían a Enki, su creador, quien les aconsejaba como sobrevivir a estas catástrofes. Finalmente Enlil decide enviar un diluvio que arrase la Tierra, pero entonces Enki elige a Atrahasis, también conocido como Utnapishtim y Ziusudra, para que construya un arca con una pareja de cada uno de los animales y así salvarse de la muerte.
Como vemos, el poema de Atrahasis es un claro precedente del relato bíblico del arca de Noé.
La muerte de Gilgamesh
Este poema pudo ser compuesto a finales del III milenio o primera mitad del II milenio a. C. El texto narra como Gilgamesh predice su muerte en un sueño y ve como Anu, Enlil y Enki celebran una reunión para decidir su futuro. Los dos primeros dioses pretenden salvarle la vida, pero el último defiende que tras el diluvio universal solo Atrahasis estaba destinado a salvarse, por lo que Enki finalmente toma la decisión de que Gilgamesh muera.
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Fuentes y referencias
- BOTTERÓ, J. y NOAH KRAMER, S. (2004), Cuando los dioses hacían de hombres, Akal, Madrid.
- https://revistas.uam.es/isimu/article/view/3173/3367
- http://oracc.museum.upenn.edu/amgg/listofdeities/enki/index.html
- http://etcsl.orinst.ox.ac.uk/cgi-bin/etcsl.cgi?text=t.1.1.2&charenc=j#
- https://web.archive.org/web/20051207044843/http://home.comcast.net/~chris.s/sumer-faq.html#Ninhursag
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