¿Qué es la cultura Halaf?
La cultura Halaf es una cultura arqueológica característica de la segunda mitad del VII y primera mitad del VI milenio a. C., que, aun siendo originaria del norte de Siria —como así lo demuestran las investigaciones en el valle del Balih—, en su época de máximo apogeo abarcó una zona que comprendía al Yazira, el piedemonte del Tauro y Antitauro, las montañas del este de Anatolia, por el sur, hasta la provincia de Bagdad.
La cultura Halaf, por tanto es una de las cultura prehistóricas de Mesopotamia, al igual que las de Hasunna, Samarra u Obeid, y puede considerarse una cultura protosumeria.
¿Qué significa Halaf?
A comienzos del siglo XX, se encontraron unas cerámicas pintadas en el yacimiento de Tell Halaf que suponen el fósil guía de esta cultura. A pesar de que esas mismas cerámicas se habían documentado anteriormente en otros yacimientos del sureste de Turquía, no fueron asociadas con una cultura hasta la excavación de Tell Halaf.
Características de la cultura Halaf
La cultura Halaf se caracterízó por la bella cerámica pintada que hemos mencionada y que es la de mayor calidad de todo el Próximo Oriente. De ella llama la atención su especialización y alta circulación, lo que hizo pensar en la existencia de intercambios a media y larga distancia.
La calidad de las cerámicas y su cuidada decoración pintada sugieren que estaban realizadas por especialistas y destinadas a personas de un estatus social, por lo que nos encontraríamos ante las primeras evidencias de diferenciación social en Oriente.
En época Halaf se atestigua un incremento de la población y del número de asentamientos ocupados en los que se explotan diferentes recursos agrícolas y ganaderos. En relación a esto último, es posible que se diese un pastoreo que necesitaba la búsqueda constante de nuevos pastos, lo que explicaría la expansión territorial de esta cultura.
También se han encontrado grandes cantidades de obsidiana, sobre todo si lo comparamos con periodos anteriores. Tales cantidades no serían sino el fruto de intercambios regionales de esta roca.
Los asentamientos suelen ser pequeñas aldeas, generalmente de entre 1 y 2 ha. que eran ocupados estacionalmente. Sin embargo, en sitios del sureste de Turquía como Tell Kurdu o Domuztepe tuvieron una ocupación prolongada de manera ininterrumpida y su tamaño era mayor. En cuanto a las estructuras y la organización de estos asentamientos se observó un uso intenso de los espacios al aire libre y viviendas de tipo tholoi. Estructuras circulares , con una antecámara rectangular en las que se llevaban a cabo actividades domésticas y, tal vez, de almacenamiento.
La cerámica Halaf
La cerámica Halaf está hecha a mano con las paredes muy finas y con poca cantidad de desgrasante mineral. La pasta solía contener hierro y estaba ligeramente vitrificada por la cocción, una cocción oxidante que se realizaba a temperaturas por encima de los 900 ºC que provocaba que las paredes de las cerámicas fuesen de color anaranjado o crema, aunque también fabricaron cerámicas verde o gris.
Pero antes de cocer la pieza, la superficie se solía pulimentar y después se pintaba con pigmentos minerales naturales de color rojo, negro y blanco. La principal decoración pictórica de las cerámicas Halaf son los motivos geométricos, aunque también pintaron figuras esquemáticas de personas y animales y cabezas de bueyes o vacas.
La manufactura de la cerámica Halaf implicaba que su fabricación fuese obra de especialistas, aunque algunas formas sugieren un uso familiar de las mismas. Las formas son muy variadas y tenemos platos, olllas, copas con pie o cuencos redondos con cuello.
Los enterramientos en la cultura halafiense
En época Halaf los enterramientos parecen indicar la existencia de una diferenciación social. No tanto por el contenido de los ajuares como por la diversidad del ritual funerario. La práctica más comunes son las inhumaciones en fosas de un cuerpo cremado, pero también se han documentado el enterramiento de cráneos que fueron introducidos dentro de cerámicas pintadas, tumbas de pozo que constaban de una cámara y que parece que pertenecerían a los individuos de estatus elevado y tumbas con multitud de cuerpos enterrados.
En los niveles Halaf de Yarim Tepe se excavaron unas 30 tumbas que en su mayoría pertenecían a niños de menos de 8 años. El ritual seguido fue diverso, aunque las más comunes eran simples inhumaciones en las que el cuerpo se encontraba flexionado sobre el costado derecho e izquierdo de manera indistinta y, junto a él, se depositó algún objeto cerámico o de piedra.
Sin embargo, en la tumba 60 de Yarim Tepe apareció el cuerpo de un adulto junto a un cráneo de toro, varios objetos cerámicos y de alabastro y unos 200 astrágalos y tarsos de gacela, huesos utilizados en la realización de prácticas adivinatorias y que indican que el personaje allí enterrado tenía una posición especial dentro de la comunidad.
En Domuztepe se encontró un enterramiento múltiple de época Halaf. Se trata de de la llamada «Death Pit». Un pozo que fue fechado a mediados del VI milenio a. C. y que contenía unos 10.000 fragmentos de huesos humanos y de animales domésticos y salvajes, junto a cerámicas, herramientas o sellos entre otros. Los huesos de la «Death Pit» estaban muy fragmentados y pertenecían a unos 40 individuos de entre 10 y 40 años. Además el análisis de los huesos demostró que habían sido sometidos a procesos de carnicería, cocinados y pisoteados, por lo que debió tratarse de algún ritual especial.
Almacenamiento y sellos en época Halaf
Los sellos eran conocidos en el Próximo Oriente desde tiempo antes como objetos decorativos y con propiedades mágicas, sin embargo, en época Halaf se atestigua por primera vez su utilización a gran escala y, posiblemente, con funciones administrativas en algunos casos. Por tanto serían un precedente de la escritura cuneiforme inventada por los sumerios unos milenios más tarde.
En Tell Sabi Abyad, en un contexto del 6000 a. C., se encontraron cientos de improntas de sello con motivos faunísticos —ovicápridos, rapaces, serpientes— y figuras humanas. Estas impresiones aparecieron dentro de pequeñas habitaciones que pertenecían a edificios más grandes. La explicación de los excavadores es que este sistema de sellado tenía la finalidad de proteger bienes privados que se almacenaban en edificios comunitarios.
En Tell Arpachiyah o Tepe Gawra también aparecieron improntas de este tipo, aunque en contextos domésticos y de trabajo.
En Domuztepe, en el interior de la mencionada «Death Pit» se encontraron multitud de sellos e improntas. Muchos de los sellos tenían una pequeña perforación, debido a que se llevarían colgados, pero ya no serían un mero objeto de adorno, si no que en época Halaf comenzaron a tener un valor administrativo y eran, a su vez, un símbolo de estatus de su poseedor.
Halaf: una sociedad de jefaturas
Por lo que hemos visto, existen algunos datos que apuntan a que en época Halaf existían personajes o familias que, por los motivos que fuesen, habían comenzado a destacarse dentro de la comunidad.
Ahora aparecen estructuras de gran tamaño que podrían haber sido utilizadas por estas élites, algunas tumbas presentan un rico ajuar que se diferencia claramente del de las demás, lo que indicaría que el difunto adquirió cierto prestigio durante su vida, encontramos por primera vez sellos con un finalidad administrativa, algunos con signos de haber sufrido un importante desgaste, porque tendrían un valor simbólico que representarían a algún grupo familiar. También la calidad de las cerámicas y la necesidad de que fuesen realizadas por especialistas incide en la idea de que estaban relacionadas con personas de estatus elevado, además, pudieron ser objeto de intercambios entre las élites.
La desaparición de la cultura Halaf
Al mismo tiempo que al Yazira y el sureste de Anatolia se encontraba ocupado por gentes de la cultura Halaf, en la llanura aluvial mesopotámica se desarrolló una cultura diferente, la Ubaid. En un primer momento se dio un contacto entre ambas para, finalmente, en la segunda mitad del VI milenio a. C., la cultura Ubaid terminó por sustituir a la Halaf.
Los motivos de este fenómeno han sido muy debatidos. En un prime motivo las teorías expansionistas en las que para hacer frente a un problema demográfico las gentes Ubaid tuvieron que expandirse al norte ejerciendo un fuerte influjo sobre las gentes Halaf, con una cultura inferior y que adoptaron las formas de vida Ubaid. Sin embargo, aspectos como el empleo de sello o la planta tripartita en la arquitectura ya estaban presentes en la cultura Halaf, por lo que cabría pensar en una adopción de elementos de las dos culturas que dieron como resultado una sociedad híbrida Halaf-Ubaid.
Si te ha gustado este artículo déjanos un comentario con tu opinión al final de la página o comparte en tus redes sociales. ¡Muchas Gracias!
Fuentes y referencias:
- ESPEJEL ARROYO, F. (2020), Las primeras sociedades complejas de Mesopotamia: Halaf y Ubaid.
- https://www.metmuseum.org/toah/hd/half/hd_half.htm
- https://www.academia.edu/38017453/El_movimiento_formativo_protoestatal_en_al_Yazira_y_Anatolia_Oriental_V-IV_milenio_a.c._._Los_procesos_originales_y_los_efectos_del_contacto_con_la_I_Urbanización_mesopotámica