Aquí te contamos de manera amena cómo surgió la religión sumeria y aparecieron el sinfín de divinidades, cada una responsable de algún aspecto de la vida, que conforman el panteón sumerio.
En la religión sumeria el universo había surgido a a partir de una serie de acontecimientos cósmicos que dieron comienzo con unas aguas primigenias de las que fueron apareciendo las primeras divinidades. Desde entonces aparecieron un sinfín de divinidades que eran las responsables de algún aspecto concreto.
La religión sumeria y sus dioses
La religión de los sumerios la conocemos por toda una serie de poemas, mitos, himnos, lamentaciones, etc. En definitiva, una vasta literatura religiosa escrita en tablillas de arcilla a lo largo de los años en la que se habla de dioses, rituales, cosmología, ofrendas, ceremonias o templos.
Lista de los principales dioses sumerios:
- An: dios del cielo.
- Enki: dios de las aguas dulces.
- Enlil: dios del viento y de la tormenta.
- Inanna: diosa del amor y la guerra.
- Nergal: dios del inframundo.
- Utu: dios de la justicia.
La religión sumeria y la Biblia
Varios de los mitos recogidos por la religión sumeria aparecen también en la Biblia. En ocasiones las similitudes son sorprendentes, pero esto no quiere decir que la Biblia sea una copia de la religión sumeria, ni mucho menos. Solo que sumerios y cristianos compartían unas preocupaciones similares como el origen del universo o la vida en el más allá que es común a todas las culturas.
Además, el origen de ambas, aunque separado en el tiempo, tuvo lugar en la misma zona geográfica, lo que sin duda ayudó a las semejanzas entre la Biblia y las creencias de los sumerios.
Características de la religión sumeria
Las relaciones con la divinidad variaban si se trataba de reyes, altos dignatarios, sacerdotes o la gente corriente. El pueblo llano tendría poco contacto con los dioses, por lo que los aspectos relacionados con la religión sumeria solo les afectaban a través del clero o de las grandes fiestas, en las que sí se darían muestras de devoción popular. En el caso de los reyes la relación con los dioses sería más intensa, en parte porque sería una forma de legitimizar su poder.
A nivel general podemos decir que la relación entre los sumerios y sus dioses recuerda a la de los sirvientes con los buenos amos, donde se mezclan una muestra de admiración, respeto y temor.
En la religión sumeria, al igual que en toda religión de Mesopotamia, los fieles debían proporcionar a los dioses cobijo, alimento y bienes lujosos de calidad. Además, se desarrollaron una serie de ritos, heredados de la antigüedad, y por lo tanto relacionados con prácticas chamánicas y mágicas, destinadas a obtener el favor de estos dioses sumerios.
Los templos y los sacerdotes en la religión de Mesopotamia
Se ha discutido mucho sobre el papel de los templos en la vida de los sumerios. Para M. Liverani, uno de los grandes especialistas en el antiguo Oriente, los templos ocupaban una posición central en las ciudades sumerias, pues sus competencias no se limitaban al ámbito religioso, ideológico y ceremonial, sino que también era un centro económico.
Los templos sumerios son la casa del dios y sede de una serie de actividades económicas que se realizaban en nombre del dios. Los dirigentes del templo actúan que si regentaran una hacienda agrícola a cuyo frente está el dios, que es el verdadero dueño de esta. Dentro de esta hacienda, osea el templo, se encuentran las estancias del patrón, esto es el dios, y las de los siervos, o lo que es lo mismo, los sacerdotes y personal del templo.
Pero además de estas dependencias que podríamos considerar de habitación, el templo también posee almacenes, talleres o cocinas en donde trabajan jornaleros y esclavos. Este papel preponderante del templo que transcendía con mucho el ámbito de la religión hizo que los primeros estudiosos considerasen las ciudades sumerias como verdaderas ciudades templo. Sin embargo, cada vez más se piensa que el papel económico del templo sería limitado y conviviría con el sector privado.
El papel de las capillas en la religión sumeria
En las ciudades sumerias, fuera de los templos, existían pequeñas capillas dedicadas a dioses menores, pero que por sus características y naturaleza la gente les sentiría muy cercanos. Ejemplo de este culto popular serían Gula, el dios del parto, o Endursag, protector de los viajeros. Es a estos pequeños espacios de culto donde el común de los mortales se dirigiría con mayor frecuencia a rezar, suponiendo una muestra popular de religión de los sumerios.
El respeto a los dioses en la religión de los sumerios
En la antigua Mesopotamia todo el mundo debía respetar a los dioses y seguir sus normas y reglas. No hacerlo era considerado por la religión sumeria como pecado, al que, sin duda, sería castigado por los dioses, que enviarían al pecador ruina, enfermedad o la muerte. Estos castigos no serían ejecutados directamente por los dioses, sino por demonios que se encontraban ocultos al acecho de su víctima.
La adoración y las ofrendas entre los sumerios
Como en todas las religiones, en la religión sumeria tenían un papel importante las ofrendas, alabanzas, libaciones y sacrificios como muestra de respeto a la divinidad. Pero esto no les bastaba a los dioses, pues además, todo buen sumerio debía llevar una vida ejemplar para obtener una recompensa y ayuda de los dioses. Obteniendo así su protección y una vida próspera y dichosa.
La religión sumeria y el más allá
Para los sumerios el cielo estaba reservado en exclusiva a los dioses. Según los antiguos mesopotámicos el cielo estaba formado por una serie de cúpulas construidas con diferentes piedras preciosas. La más baja de las cúpulas era el hogar de las estrellas y estaba construida con jaspe, mientras que la más alta era el lugar de residencia de An, el dios del cielo.
Los humanos, al morir, iban a una caverna subterránea sombría y oscura conocida como Kur, palabra sumeria que también sirve para designar montaña o país extranjero. Allí, los muertos continuaban con su vida, aunque era una versión decadente de la vida terrenal. En el Kur comían polvo seco y bebían las libaciones que los familiares hacían en la tumba del fallecido a través de una tubería de arcilla.
Durante la III Dinastía de Ur se pensaba que las condiciones de vida en el más allá dependía de como hubiese sido enterrada la persona. En este aspecto de la religión sumeria si el difunto había sido enterrado de manera fastuosa le iría bien en el Kur, pero si el entierro tenía lugar sin lujo pasaría por una serie de penas y calamidades.
Religión, medicina y conjuros
La medicina en época sumeria contaba con pocos medios y conocimientos para hacer frente a las enfermedades. Muchos de los remedios para combatir los males se trataban de conjuros o encantamientos en los que intervenían los dioses y en los que dioses, aspectos religiosos y superstición se mezclaban. Un ejemplo es este para curar el dolor de muelas, en el que se invoca al dios Shamash, del que te dejamos un fragmento a continuación. Se trata de una copia de época caldea de un conjuro acadio pero que debió ser muy similar, si no idéntico, a los empleados por los sumerios.
[…] El gusano compareció gimiendo ante el dios Shamash […]
– ¿Qué me darás como alimento? ¿Qué me darás para que chupe?
– Te daré el higo maduro o el albaricoque
– ¿De qué me servirá el higo maduro o el albaricoque?
– ¡Levántate y entre los dientes y las encías hazme vivir! ¡La sangre del diente chuparé y de la encía roeré sus raíces! […]
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Fuentes y referencias:
- http://oracc.museum.upenn.edu/amgg/
- https://en.wikipedia.org/wiki/Sumerian_religion
- https://www.crystalinks.com/sumereligion.html